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Soy La Mente

  En este mundo novelado soy inevitablemente el personaje principal. Y no quiero ser parte de la trama, quiero simplemente leer todo desde arriba, como un lector-Dios. Aunque está claro que yo no decido esas cosas, pues estoy arrojado a una historia que ya se está contando. A lo sumo, le puedo agregar tensión, intensidad o violencia al argumento. La cuestión es que la tierra gira y nosotros también giramos y nos mareamos con ella. Nuestra vida es entonces un remolino de cosas que nos suceden mientras giramos. Por eso sucede tan seguido el tambaleo, la desorientación, la confusión de los caminos tomados. Vamos por la vida girando idiotamente en banalidades y nos hundimos en océanos de ignorancia. Ciegos, tontos y animales. El humano que somos es simplemente un invento nuestro, una cascara que necesitamos para esconder la bestialidad. El lenguaje es una herramienta y también un límite, una cordillera que nos impide seguir el viaje, el lenguaje es algo con que chocar, pero las pal

La diversa fauna del presente

Hay una flaca que parla estructuralismo o pretende hacerlo, creo que solo sabe un poco de Michel Foucault, pero va con eso por el mundo. Yo estoy tomándome una gaseosa tibia, sentado en una plaza que hace las veces de selva. Y hoy la selva se despliega ante mí con su fauna total, mostrándome quien se come a quien, aunque si lo pienso bien esto es una selva que se autodepreda, donde sus habitantes animales se comen a sí mismos. La flaca fucoltiana dramatiza y expone una cantidad de micropoderes, de micromachismos, de dispositivos de micro vigilancia y encaja su marco teórico en cada aspecto de la vida cotidiana. Los jóvenes veinteañeros, estudiantes en su mayoría, que la rodean en círculo escuchan entusiasmados su perorata académica. Algunos ni siquiera escuchan, solo la miran fascinados, hechizados por su carisma y tal vez también por la tersura de su piel blanca y cuidada. Hay un chico no tan chico, que me llama la atención, debe pasar los 30 años. Está con la flaca, tiene un term

Los abismos de Raúl

“Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también éste mira dentro de ti” Friedrich Nietzsche “ Cuando pienso en mis noches, en tantas soledades y tantos suplicios en esas soledades, sueño con partir, abandonando los caminos trillados.  Pero, ¿adónde ir? Hay fuera de nosotros abismos comparables a los del alma”.  Emil Cioran Un proceso involutivo desconocido un día lo dejó sin empatía. Comenzó a no ponerse más en los zapatos del otro. Tanto así que al mendigo que antes le dejaba monedas, e incluso algún ocasional billete, ahora directamente agachándose, mirándolo a la cara y soltándole una carcajada hiriente, lo escupía. Su madre descubrió su carencia en el desayuno, pues después de probar la habitual tostada con manteca y miel que siempre había amado y que amable y dulcemente preparaba doña Josefa, la devolvía sobre la mesa en un bolo alimenticio negruzco y graso, añadiendo la grosería bien argenta “¡qué poronga ést

La experiencia sensible (El pibe hongo)

La gente se droga para ampliar la experiencia sensible o para no sentir nada, lo cual no es lo mismo que anular toda sensibilidad, pues sentir nada es también sentir demasiado. Roberto quiso ampliar la experiencia sensible y comió unos hongos raros que nunca había probado. Fueron un regalo de Diego, amigo que siempre tenía productos nuevos para justamente intentar eso, “ampliar la experiencia sensible”. La frase la decía literal y después le iba agregando cosas: “Hay que ampliar la experiencia sensible Robertito, la vida es una sola y hay que dársela en la pera”. “Hay que ampliar la experiencia sensible, Robert, el mundo es una mierda llena de políticos que nos cagan, nos roban y se cogen nuestras mujeres”. Eso ultimo formaba parte de una verdad concreta de su vida personal, su esposa de 10 años de matrimonio lo había dejado por un concejal de la ciudad. La cuestión es que Roberto se mandó los hongos y a los 2 minutos ya tenía personalidad de árbol. Pero efectivamente una personalid

El pibe mariposa

Y ahí va Franco otra vez, caminando por la calle asfaltada, no por la vereda sino por el costadito, pegadito al cordón cuneta va Franco, y nuevamente la caminata diaria está, como cada día, calurosa y llena de ojos. Y asustado va Franco, paranoico, perseguido por no sabe quién, agacha la cabeza, mira de reojos a la gente que lo cruza y le pasa por los costados, no detiene su marcha, que está hecha de pasos cortos, precisos y rápidos. Y su cabeza está llena de inseguridad y de ideas que le aumentan la ansiedad. “En todo triangulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos” “Hache a la 2 es igual a la letra A a la 2 más la letra B a la 2. Y de esa fórmula se despejan las otras. En los problemas que van a plantear siempre falta el valor, la medida de uno de los lados, esa es la incógnita, puede ser que falte un cateto, el A o El B o puede ser que sea el valor de la hipotenusa el que falte, en cualquier caso, la formula a aplicar es siempr

Los Mowis

 Y al fin se pudo, los seres humanos visitaron otra vez el planeta tierra. Tras un año de largas e intensas negociaciones, los mowis por fin cedieron y nos permitieron una visita. La nave Expedition X con sus tripulantes, el comandante piloto Denis Francis Stanford, La comandante Susan Sullivan, los especialistas de misión Nicolas Stan Macbill y Eduardo Federico, las especialistas de datos e información Carol Sanchez y Debbi Anna Burton y una docena de técnicos de diversa especialidad, entre ellos George Heller, el único sobreviviente del desastre del Expedition V, partieron de La Base Neil Armstrong a las 5 a.m, hora Luna, con destino a La Tierra. Las comunicaciones comenzaron a fallar inmediatamente después de que la nave atravesara la atmósfera terrestre, nada se supo del aterrizaje. A los dos días de la última señal, volvió la comunicación. La tripulación estaba en perfectas condiciones, aunque el aterrizaje fue accidentado. La nave, sin embargo, presentaba serias dificultades técn